De niña a mujer en un abrir y cerrar de ojos, es lo que me paso con Churumbela, parece que fue ayer cuando esos 50 cms y 3,450 kg la cogía a lo largo del brazo. Como padre siempre la trate como lo que siento que es una pequeña que necesita protección, sin darme cuenta ni querer ver que se hizo mayor. Su forma de ser y su carácter me hace pensar que muchas veces estorbo más que ayudo, son cosas de la vida que pasan y no queremos ver.
Pues sí, ya cumplió la mayoría de edad, dentro de nada ya podrá conducir y donde antes era me llevas a… ahora será te acerco a…, el tiempo no para pasa a velocidades espantosas.
Volviendo hacia atrás y recordando el tiempo pasado todo lo que recuerdo es bueno, desde el cambio de pañales, cuando empezó el cole o cuando cruzábamos el país para las vacaciones, son innumerables recuerdos de lo bien que lo tenemos pasado.
Tuvimos nuestros momentos de cambios de impresiones, donde las diferencias son grandes ya que no entiende que la vida no es siempre como uno quiere sino como viene, hubo que abrirle los ojos y decirle que muchas veces dos y dos no son cuatro, fueron los momentos más difíciles hacerle entender que no todo el mundo es buena persona, todos estos razonamientos fueron difíciles de explicar pero aún fueron más difícil de entender a una edad temprana.
Que puedo contar de Churumbela, apenas nos dio disgustos los clásicos de la edad y los enfrentamientos con su hermano y alguna que otra amiga, muy buena estudiante, siempre logro lo que se propuso. Cuando apenas andaba la metimos en actividades probo baile, no le convenció y el siguiente año dijo que quería practicar baloncesto, nunca pensé que su etapa deportiva durara tantos años, ya que las cualidades tanto técnicas como físicas para la práctica son las que son, pero a base de orgullo y superación llegó jugar liga regional, así es Churumbela en todo, a día de hoy sigue perteneciendo y al club.
Con la ayuda de la amiga, su amiga de toda la vida le preparamos una fiesta para la celebración de sus 18 primaveras, una sorpresa donde estaban todas y todos sus amigos, fue en casa no se lo esperaba. Comentara a la hora de comer que se acostaría temprano después de la academia que estaba muy cansada, cuando abrió la puerta se emociono al ver todo lo que estaba viendo. Me gusto verla, se sentía querida y admirada por todos, nos marchamos dejándola con su grupo de amigos sus buenos amigos.
Nos dio las gracias una y otra vez, estaba cariñosa y besucona, no es costumbre en ella, será que como dice ella ya es mayor de edad y se sienten un poco las pequeñas cosa que se hacen con cariño.
Un post emocionante para todos aquellos que somos «papás». Aunque en mi caso la edad de mi Churumbela es de tan solo 5 años, ya me he planteado varias veces cuando vendrán estas situaciones y cómo se arreglaran los problemas. Hasta el día de hoy, la parte buena que todo tiene en esta vida, es que a pesar de estar en el desempleo, esta situación me ha brindado el tiempo suficiente para disfrutar de ella a cada minuto.
Un saludo.
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