La vida es un círculo por el cual pasamos las diferentes fases de nuestra existencia que de una u otra manera hay que pasar, unas veces dándote cuenta al momento, otras no, pero con el paso de los años sabes perfectamente que por esa fase también pasaste.
Un hijo a los padres siempre los ve mayores, tengan la edad que tengan, pero hay un momento que los empiezas a ver gastados… viejos. Eso me ocurrió cuando era un niño, las arrugas empezaban a cambiar el aspecto de sus caras, los brazos se hacían más débiles con sus pieles ya no tan tensas y el color del pelo cambiaba. Pero lo que más me llamaba la atención eran las manos que pasaron de lisas y sin arrugas a ásperas con muchas arrugas y gastadas, esto sucedió y me di cuenta en un corto espacio de tiempo.
Recuerdo cuando nos quedábamos de tertulia después de comer estando con las manos quietas encima de la mesa me quedaba mirando para ellas y sin querer la cogía y la metía entre las mías empezándola a acariciar, no decía nada pero pensaba que se están haciendo mayores.
Pues no hace nada me paso lo mismo con Pitugrú, estábamos de sobremesa y llevaba unos minutos observando sin decir nada me cogió la mano instintivamente la metió entre las suyas y empezó a darme unas suaves caricias con las dos manos después intento quitar el anillo, no supe lo que pensaría al darme las caricias, pero lo imagine.
Me vino a la memoria esa fase de la vida donde no quieres admitir que tus padres son mayores, lo vivido ya lo viví, solo son los primeros síntomas de que realmente me estoy haciendo mayor… viejo.
Me toca estar viviendo algo parecido. Hay veces que miro a mi padre y le veo canas nuevas, un pensamiento como «¿cuándo le salieron tantas?» me cruza lentamente… me da nostalgia, un leve temor a saber que están más y más cerca de algo que no conozco (y ellos tampoco).
Gracias por haber leído mi última entrada. Me mantendré rondando, gracias por usar este blog como tu forma de expresión, para que nosotros (unos desconocidos conocidos de la internet), lo encontremos y sintamos con vos.
Saludos!
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Una entrada muy nostálgica, pero muy bonita! Creo que todo el mundo se puede sentir identificado con ella 🙂
Un saludo!
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