Esta situación difícil y grave que nos está dando duro a todo hijo de vecino, sin contar los innumerables fallecimientos y efectos secundarios de los que padecen la enfermedad del bicho, es una situación económicamente muy parecida a la crisis del ladrillo, por los años 2007, cuando parecía que estábamos saliendo y viendo la luz un poco más clara nos aparece todo esto. Bien es verdad que el «ladrillo» fue un cúmulo de circunstancias permitidas y consentidas que nos llevó a unas cifras económicas nunca vistas en el país desde que hay datos estadísticos.
Está, la del «Covid», no tiene nada que ver la manera de meternos en ella, entramos de frente como vino, no sabemos cuánto va durar, son crisis, se sabe cuándo entras pero no cuándo sales.
Lo que sí es cierto, según los números que van saliendo y no llevamos ni medio año en ella, superaremos en todos los aspectos, paro, afiliados a la Seguridad Social y no digamos del IPC. Cada vez que sale un dato nuevo supera con creces los anteriores.
Seré pesimista, pero para levantar esto hace falta mucho tiempo y trabajo. Tiempo lo tenemos trabajo….., no va ser una ni dos generaciones quien pague estos platos rotos.
Imposible no es, pero difícil es bastante.
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Etiquetas: covid, crisis