Ya hace un año de tu marcha, no sabes cuantas veces te hecho de menos a lo largo del día. A todos nos cambio la vida, nos tuvimos que adaptar sin tu presencia, pero a quien mas le cambio, es a ti. Seguramente ya estas con tu hombre, tu compañero de toda la vida, eso era lo que creías y tanto rezabas para cuando te llegara el momento poderlo encontrar en la otra vida, siempre dijiste y creíste que había.
Pocas horas antes de fatal desenlace, cuanto estábamos todos acompañándote, me llamaron para el trabajo que tanto trabajé por el, en un momento que estábamos a solas te lo comentara, pero tenias bastante con obligar al maltrecho pulmón que no parara de hacer su función, pienso que no me hiciste mucho caso, ya no recibías. Pues nada, decirte que llevo un año menos un día trabajando, empecé el día siguiente que te dejamos en el cementerio, por lo tanto estamos también de aniversario. No pude volver a verte, no me apetece, ni tengo valor.
La familia, tu familia que tango juntaste y disfrutaste, la tienes un poco desperdigada, es lógico y normal, cada uno anda a lo suyo y con los suyos, juntarse todos es mas que difícil, ahora ya no hay ese punto de encuentro los fines de semana, que era casi obligatorio. Amen de esas diferencias que siempre hubo y muy bien sabias apagar, ahora esas cenizas que quedaban algunas hicieron llamas, ya todo no es como antes.
Hecho mucho en falta ese llamada telefónica que te hacia todos los días a eso de las diez de la noche, para decirnos nada, que no había nada nuevo que contar solo preguntarnos mutuamente un “que tal el día”. Es una de las cosas que me cuesta, muchas veces cojo el teléfono a la misma hora para llamar… Una de las primeras cosas que hice fue borrar los números de teléfonos tuyos.
Comentarte también que los proyectos que empezaste y tanto trabajaste, siguen bien, los dejaste en buenas manos. Recuerdo cuando empezaste en Caritas, con todo esto de la crisis, cuando realizabais una operación kilo en todos los supermercados, pobre del cliente que entrara a realizar la compra estando tú, no podía pasar sin dejar un paquete, te encargabas de que no se olvidara. Decías de aquella que había mucha necesidad, pues ahora, mucha más, pero siguen trabajando bien.
Si todos los días del año te eche en falta, hubo uno que me costo mucho, fue el día que los padres de la Santa celebraron sus Bodas de Oro, ese me costo, pero había que estar con la mejor cara, pienso que todos los que estábamos pensábamos lo mismo pero nadie hizo ningún comentario. No querían celebrarlo, sabes de sobra como son, se sienten y mantienen el luto en todas las celebraciones. Teníamos que prepararle una fiesta para la ocasión, ellos no querían, salio perfecta no falto de nada, con misa incluida, como tiene que ser, verdad. La verdad que solo faltasteis vosotros.
Bueno no tengo mas que contarte, que esto sigue sin tu presencia pero que nada volverá a ser igual, ni las navidades, ni el San Juan, ni el San Pedro, ni las patronales , ni los domingos nada es igual pero esto sigue.
Espero, que si existe algo mas, que estaréis juntos que es lo que querías y creíais. Un beso muy grande.
¡Precioso!
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Ay, Pancloro, me has hecho llorar. Claro que yo soy de lloro fácil. Ese detalle del telefono, lo entiendo perfectamente. Cuánto se echa de menos a una madre. Me alegro mucho de lo de tu trabajo. Besos
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Son cosas que con el paso del tiempo dicen que se olvidan.
Un saludo
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