El fatal accidente de tren de Compostela, deja cerca de 220 familias marcadas por el infortunio, no volverá a ser igual, siempre abra un antes y un después. Secuelas imposibles de olvidar, muchas víctimas y heridos, cada uno con sus historias, sus proyectos que se vieron truncados por subir en el maldito tren.
Fue un impacto a nivel mundial, medios de comunicación de todos los puntos del planeta hacen referencia una y otra vez al accidente, aquí todas las cadenas de radio y televisión están constantemente retransmitiendo cómo está la situación, opinando y especulando de cómo ha sido o dejado de ser. Cada medio tiene sus tertulianos, parecen entendidos de la materia tanto hablan de las señales como de los sistemas de frenado, que si el maquinista llevaba una velocidad y se recomienda otra, que si la zona es de fácil o difícil conducción. Uno de ellos, dijo palabras textuales: “en esa zona es una recta prolongada cuando de repente aparece una curva” , la curva supongo que la diseñaron cuando hicieron el proyecto, no le salio de repente. Con estos comentarios dice bien a las claras el nivel de las tertulias y tertulianos.
Lo mejor es que los responsables competentes hagan sus informes y la justicia siga su cauce, abstenerse de hacer juicios de valores que no llevan a ningún sitio, lo único que hacen es herir aún más la sensibilidad de quien lo sufrió.
Impresionante volvió a ser la solidaridad de la gente gallega como ya se tiene demostrado en más de una ocasión, solo hizo falta pedir sangre para que las colas fuesen tan largas para colapsar todos los puntos de extracción, el buen funcionamiento y coordinación de todos los servicios sociales, vecinos, sanitarios, bomberos, policías y todos los profesionales y no profesionales que de una u otra manera ayudaron a deshacer todo este desaguisado.
No menos impresionante fueron las muestras de ánimo, minutos después del accidente, son momentos donde unas buenas palabras son muy gratificantes, ayudan a pasar ese trago. Es verdad que siempre hay alguien que por estar resentido o sentirse incomprendido tiene que hacerse notar, esos se cuentan con los dedos de una mano.

No ofende el que quiere sino el que puede
Por la forma de ser, por la manera que tenemos de sobreponenos, por la manera de levantarnos, por todo esto y mucho más, te digo Jesús Bernal, hoy más que nunca me siento orgulloso de ser GALLEGO.
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La vida es así, Dios es bueno.
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Ha sido un golpe duro. Todo el apoyo a las familias de los fallecidos, y fuerza para los heridos. Felicitar a la labor de los vecinos. Ánimo Galicia.
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